miércoles, 12 de junio de 2013

¿Fuiste Infiel?


                                              ¿FUISTE INFIEL?
La cuestión es contar o no contar ...
Caíste o te arrojaste a los brazos de otro. Quizá por única vez, o quizá hayas iniciado una relación paralela. Mirás a tu novio o a tu marido dispuesta a confesar: hablando se entiende la gente, ¿verdad? ¡Mentira! A veces, no.

Una buena pareja no tiene secretos, sostiene la sabiduría popular. Pero una chica lista sabe que a veces es mejor no seguir ciegamente ese consejo. Seamos honestas. No le contás absolutamente todo a tu hombre, ¿no? ¿O le decís que te preocupan sus signos de futura calvicie, que no te bancás a su mamá, que a veces fingís un orgasmo?
Bueno, supongamos que te asfixia la culpa por un secreto oscuro, profundamente guardado... porque le fuiste infiel. ¿Te inclinás por contarle? ¿Deberías? "Sólo si queres que tu matrimonio se termine", advierte Graciela*, de 40 años, cuyo marido le exigió el divorcio cuando encontró en un abrigo de ella una carta erótica que le había mandado su amante. Graciela jura que no dejó el abrigo con la terrible evidencia en un sillón del living porque deseara ser descubierta, pero su terapeuta piensa lo contrario. "Si hubiera podido controlar cómo y cuándo darle la noticia -insiste- hubiera preferido hacerlo en público, tal vez delante de algún amigo o de mi hermana, así él no hubiera podido hacer una escena ".

Según algunos consejeros de familia, muchas parejas vuelan por los aires no por el descubrimiento de un affaire sino por ocultarlo Su teoría es: si se mantiene en secreto tan affaire, se traiciona la intimidad de la pareja, y nadie puede recomponerla. El matrimonio tiende a derretirse por dentro y, luego de otros affaires, finalmente se desmorona.

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